Como todos los lunes te mantenemos al día de las hortalizas, frutas y otros productos ecológicos que se encuentran esta semana en la web. Y de paso te damos unas pinceladas de información sobre nuestro producto estrella.
Los guisantes pertenecen a la familia de las Papilionáceas y cuyo nombre botánico es Pisum sativum.
Historia
Aunque en muchas zonas sean considerados como una hortaliza, en realidad se trata de una legumbre cuyo origen se remonta al X milenio a.C. en las zonas de Oriente Medio y Asia Central. Su introducción en Europa se produciría en el II milenio a.C., aunque no sería hasta la Edad Media cuando comenzó a producirse para consumo humano, siendo utilizado hasta ese momento sólo como pienso de animales.
El origen del guisante verde está relacionado con Oriente Medio y Asia Central, zonas donde se cultiva desde hace miles de años, formando parte actualmente de algunas de las recetas tradicionales de los países orientales. Aunque estas primeras plantaciones se remontan al octavo milenio a.C., sería avanzado el II a.C. cuando se extendería por Europa.
Existen numerosas anécdotas que sitúan al guisante entre los fogones más reputados de naciones europeas. En concreto parece que llegaría a París desde Génova durante el reinado de Luis XIV en el siglo XVII. En presencia de toda la corte, el Duque de Soissons desengranó varias vainas de guisantes dándolas a probar. El tamaño y color de las bolitas sorprendió gratamente a todos los comensales hasta tal punto que el Rey Sol mandó elaborar de inmediato una receta para sus seres más allegados. El nombre que le otorgaron a esta legumbre fue “petit-pois” para diferenciarlo del guisante seco y áspero que consumía en puré el pueblo llano.
En la actualidad su cultivo se encuentra extendido prácticamente por todo el mundo para ser consumidos en fresco o enlatados. Los principales países productores son India, China, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, aunque la mayor parte del producto es destinado a fabricar piensos para la alimentación de animales.
Propiedades nutritivas y salud
Los guisantes están compuestos en su mayor parte de agua, pero destacan en ellos los hidratos de carbono, diferentes vitaminas de los grupos B y C, así como minerales (principalmente fósforo y magnesio) y fibra que aportan numerosas propiedades beneficiosas para la salud.
Estas sustancias (en especial la vitamina C, calcio, magnesio, ácidos y fibras solubles) favorecen la circulación de la sangre disminuyendo el colesterol y, gracias a sus propiedades como vasodilatadores, previenen posibles afecciones cardiacas como la angina de pecho o el infarto de miocardio.
Proporcionan proteínas vegetales y minerales constructivos favoreciendo el desarrollo de las células, así como su renovación, siendo adecuados para los jóvenes en edades de crecimiento o las personas mayores. Otra ventaja que otorgan los guisantes hace referencia al mantenimiento adecuado de los tejidos corporales, la salud de cabello, uñas, piel o fuerza muscular. Resultan muy importantes en las dietas de aquellas personas que sean sensibles a padecer anemias, previniendo además enfermedades óseas como la osteoporosis.
Su contenido en fibra, al igual que en numerosas verduras y hortalizas, le proporciona la cualidad de favorecer el tránsito intestinal aliviando el estreñimiento, evitando así el exceso de sustancias sedimentadas en las paredes del colon y previenen el cáncer de este órgano interno.
Los Guisantes/Arbeyos
Historia
Aunque en muchas zonas sean considerados como una hortaliza, en realidad se trata de una legumbre cuyo origen se remonta al X milenio a.C. en las zonas de Oriente Medio y Asia Central. Su introducción en Europa se produciría en el II milenio a.C., aunque no sería hasta la Edad Media cuando comenzó a producirse para consumo humano, siendo utilizado hasta ese momento sólo como pienso de animales.
El origen del guisante verde está relacionado con Oriente Medio y Asia Central, zonas donde se cultiva desde hace miles de años, formando parte actualmente de algunas de las recetas tradicionales de los países orientales. Aunque estas primeras plantaciones se remontan al octavo milenio a.C., sería avanzado el II a.C. cuando se extendería por Europa.
Existen numerosas anécdotas que sitúan al guisante entre los fogones más reputados de naciones europeas. En concreto parece que llegaría a París desde Génova durante el reinado de Luis XIV en el siglo XVII. En presencia de toda la corte, el Duque de Soissons desengranó varias vainas de guisantes dándolas a probar. El tamaño y color de las bolitas sorprendió gratamente a todos los comensales hasta tal punto que el Rey Sol mandó elaborar de inmediato una receta para sus seres más allegados. El nombre que le otorgaron a esta legumbre fue “petit-pois” para diferenciarlo del guisante seco y áspero que consumía en puré el pueblo llano.
En la actualidad su cultivo se encuentra extendido prácticamente por todo el mundo para ser consumidos en fresco o enlatados. Los principales países productores son India, China, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, aunque la mayor parte del producto es destinado a fabricar piensos para la alimentación de animales.
Propiedades nutritivas y salud
Los guisantes están compuestos en su mayor parte de agua, pero destacan en ellos los hidratos de carbono, diferentes vitaminas de los grupos B y C, así como minerales (principalmente fósforo y magnesio) y fibra que aportan numerosas propiedades beneficiosas para la salud.
Estas sustancias (en especial la vitamina C, calcio, magnesio, ácidos y fibras solubles) favorecen la circulación de la sangre disminuyendo el colesterol y, gracias a sus propiedades como vasodilatadores, previenen posibles afecciones cardiacas como la angina de pecho o el infarto de miocardio.
Proporcionan proteínas vegetales y minerales constructivos favoreciendo el desarrollo de las células, así como su renovación, siendo adecuados para los jóvenes en edades de crecimiento o las personas mayores. Otra ventaja que otorgan los guisantes hace referencia al mantenimiento adecuado de los tejidos corporales, la salud de cabello, uñas, piel o fuerza muscular. Resultan muy importantes en las dietas de aquellas personas que sean sensibles a padecer anemias, previniendo además enfermedades óseas como la osteoporosis.
Su contenido en fibra, al igual que en numerosas verduras y hortalizas, le proporciona la cualidad de favorecer el tránsito intestinal aliviando el estreñimiento, evitando así el exceso de sustancias sedimentadas en las paredes del colon y previenen el cáncer de este órgano interno.
Fuente: regmurcia