“En el fondo de un templado y húmedo valle asturiano, en el pequeño Concejo de Cabranes, está nuestra finca forestal, un bosque de castaños, robles, abedules, avellanos y otras frondosas, atravesado por un arroyo que aporta humedad al ambiente y nos proporciona el agua para el riego. A la sombra de este bosque autóctono se desarrolla todo el proceso de cultivo de nuestros hongos.”
“Muy conscientes de la necesidad de crear alternativas de cultivo sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, empleamos una técnica de cultivo tradicional de Japón para producir nuestras setas. Gracias a que las condiciones climáticas son muy similares al país nipón, con temperaturas templadas y elevada humedad ambiental, el cultivo de setas al exterior se hace posible. De esta forma, no requerimos de grandes instalaciones con temperatura y humedad controlada que consumen gran cantidad de energía. En el bosque, bajo el dosel arbóreo, la temperatura y humedad se mantienen mucho más estables que en otras zonas desarboladas.”
“El sustrato sobre el que crecen nuestros hongos son troncos y ramas de árboles autóctonos de maderas duras (robles y castaños principalmente), obtenidos de limpiezas forestales, entresacas y aclareos que se realizan para la prevención de incendios forestales y disminuir la densidad de árboles jóvenes en beneficio de aquellos de mayor tamaño y calidad.”