Oyendo estos días en los medios de comunicación insistentemente que iba a caer la nevada del siglo… Me ha venido a la memoria el invierno del 2015, y he decidido rescatar alguna fotos de aquella época para que contempléis como estaba la huerta por aquellas fechas, porque desde luego por aquí llevamos dos años sin nieve y sin atisbo de ella. Y claro, nada que ver con la nevada que nos cayó el primer año que aterrizamos en Pruneda, allá por el 2012, con una espesura de 50cm y quitando la nieve con palas, desde nuestro parecer fantástica, nos encanta la nieve¡¡¡
Desgraciadamente, para nuestro gusto y para nuestro oficio, ya prácticamente no nieve nada, y si lo hace no cuaja ni siquiera un par de horas, una pena…
Como ya sabéis la nieve es buenísima para nuestras huertas, evita las plagas y enfermedades de la tierra, además el agua procedente de las nevadas, que penetra gradualmente en la tierra, es aprovechada en la primavera por nuestras hortalizas, verduras y frutas.
Incuso si aramos la tierra en otoño-invierno, las heladas nos ayudan a deshacer los terrones.
Como ya os he comentado este y el pasado año nada de nieve y muy poquitas heladas… anda¡ al final va a ser verdad eso del cambio climático…
La gran nevada
Oyendo estos días en los medios de comunicación insistentemente que iba a caer la nevada del siglo… Me ha venido a la memoria el invierno del 2015, y he decidido rescatar alguna fotos de aquella época para que contempléis como estaba la huerta por aquellas fechas, porque desde luego por aquí llevamos dos años sin nieve y sin atisbo de ella. Y claro, nada que ver con la nevada que nos cayó el primer año que aterrizamos en Pruneda, allá por el 2012, con una espesura de 50cm y quitando la nieve con palas, desde nuestro parecer fantástica, nos encanta la nieve¡¡¡
Desgraciadamente, para nuestro gusto y para nuestro oficio, ya prácticamente no nieve nada, y si lo hace no cuaja ni siquiera un par de horas, una pena…
Como ya sabéis la nieve es buenísima para nuestras huertas, evita las plagas y enfermedades de la tierra, además el agua procedente de las nevadas, que penetra gradualmente en la tierra, es aprovechada en la primavera por nuestras hortalizas, verduras y frutas.
Incuso si aramos la tierra en otoño-invierno, las heladas nos ayudan a deshacer los terrones.
Como ya os he comentado este y el pasado año nada de nieve y muy poquitas heladas… anda¡ al final va a ser verdad eso del cambio climático…